Puerto de La Cruz es el balneario más antiguo de la isla de Tenerife, que forma parte del archipiélago canario. Mientras que los centros turísticos del sur sufren de calor y aire seco, Puerto de La Cruz está rodeado de vegetación, frescura y frescura. A pesar de que el océano en esta parte de la isla es bastante accidentado y es adecuado principalmente para el surf, los procedimientos acuáticos también están disponibles para los vacacionistas en el balneario de Puerto de la Cruz. Así, en las inmediaciones del resort hay un maravilloso complejo de piscinas (lagos artificiales) llenos de agua de mar. Además de los lagos, hay islas especialmente equipadas para tomar el sol, impresionantes fuentes, pintorescos jardines donde crecen representantes de la flora local. El complejo está ubicado justo en la cima del acantilado, desde donde se abren increíbles panoramas del complejo.
Lago Martianez fue diseñado por el arquitecto local César Manrique, cuya mano tiene muchos proyectos ingeniosos en las Islas Canarias. El arquitecto logró ensamblar muchos objetos hechos por el hombre en medio de la naturaleza pintoresca, adaptándolos orgánicamente al entorno. Además de las actividades acuáticas, en el territorio del complejo se han construido un casino, un restaurante y bares. Por la noche, este lugar adquiere un esplendor especial a la luz de la iluminación nocturna. Es de destacar que la natación aquí está disponible hasta el anochecer, después de lo cual puede admirar las luces mágicas hasta el contenido de su corazón.
Aquellos que prefieren las playas naturales estarán encantados con la playa principal de la ciudad, Jardin. Es una bahía natural profunda que, aunque está cercada de la zona principal del océano, todavía tiene olas altas. La orilla al borde del agua está sembrada de arena volcánica negra, a partir de la cual se pueden construir extraños y místicos castillos. Es de destacar que en la parte norte de la isla, la arena tiene un tono más oscuro que en el sur. El motivo es la ubicación más cercana de la playa en relación al volcán, así como la ausencia de vientos africanos, que, según la versión experta, trajeron arena dorada a las playas de los balnearios del sur de Tenerife.
Aquí, cerca de Playa Jardín, han sobrevivido hasta nuestros días los restos de una antigua fortificación que los españoles erigieron para repeler los ataques de los piratas.
Otras atracciones en Puerto de La Cruz incluyen la plaza de la iglesia, ubicada en el corazón histórico de la ciudad. A ella se abre la entrada principal de la antigua catedral, construida en el siglo XVII. El interior de la iglesia está adornado con un hábil iconostasio. En el exterior, el edificio rodea un parque de asombrosa belleza con parterres, flores exóticas y áreas de juegos. Lo más destacado del conjunto de la plaza es una fuente inusual, cerca de la cual a los huéspedes y residentes del Puerto de La Cruz les encanta relajarse.